El embarazo es una situación de especial vulnerabilidad psíquica para las madres y los padres. Se abre una ventana a nuestro pasado como hijos y ese pasado no siempre es fácil de manejar. Además, comienza nuestro proceso de transición de mujer a madre, de hombre a padre, de pareja a padres. La creencia popular de que durante el embarazo la mujer debe ser especialmente feliz, hace surgir un sentimieto de culpa si se presentan dificultades y esta expectativa no se cumple.
Lamentablemente el parto en nuestra sociedad está cargado de connotaciones negativas. En España es muy habitual desearle a la madre que va a parir “una horita corta”, lo que predispone a la mujer a esperar un evento desagradable que es deseable que dure poco. Este es solo un ejemplo de muchos. Si a esto le añadimos la falta de información adecuada y posibles malas experiencias anteriores, no es extraño que la mujer experimente miedo y angustia según se acerca el parto. Podemos trabajar juntas para que llegues al parto informada, confiada y preparada.